Los historiadores sobre el pavimento
cantan sin necesidad de presentar
títulos
como los ruiseñores y cisnes
que se atavían didácticos y procaces
en los diccionarios
Los zapateros en un ángulo
de 60 º arquean la vida y escupen
el alma en forma de clavitos sin eco
Los bufones miran tristes
desde el interior del rocío
hasta que el sol se les suma
(en su centinela contemplativa)
para reventar su nostalgia de monarquía
Los visitadores de minas
matemáticamente dopados
contra la paranoia
pestañean con los topos
y los trogloditas
Las aquáfobas cantantes de rock
e.i. Hope sandoval Shrirley manson Courtney love
Sarah cracknell
sueltan sus voces como
barquitos de papel en la masa-mar
Los académicos de la lengua
se dejan sodomizar sólo al atardecer
sin testigos y de uno por vez
Los compradores de estupor
se reunen y fuman
firman tratados de no agresión mutua
piensan en la virginidad de sus hijas
Los acariciadores y sobones de pesadillas
salen sin zancos
por más que la noche les hace entrar en confianza
con la primera star
Los empolladores de taras
fracasan con una sonrisa
en los corredores, salas de espera,
paradas de ómnibus
Los cantantes-pasajeros y los proletarios-espectadores
también se anotan
en esta Arca de papel
origami blanco y tinta
de palabras
Los medios torsos que emergen
del pasado las ruinas de la vida
del asfalto los albañales
desnudos o arropados
mendigan o trafican
al fin solo con enanos
Los peluqueros de bigotes-guías
solemnes
como miembros de Misión Imposible
tocan el timbre
ante esculturas de furiosos ladridos
Los formadores de colas
chupan resignados
sus agridulces pirulís
Las ovejas-burros
siguen rebuznando-balando
sobre la cabeza
de los eruditos
al saborear
solitarios y perversos
sus fiambres-ponchos
Los idiotas-reyes
realizan
sorpresivos y periódicos
festines para perros
Los mitines de perros
o asambleas de enanos
anuales cíclicos mitológicos
no reivindican
sus sexos
michauxianos
ni los géneros
de sus telas rayadas
a los prístinos turcos
padres de los actuales coreanos aparaguayados
en sus tenaces siestas hasta las 5 pm.
Los panfletarios y libelistas
contra el sofá
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