POUR CELAN
“Lo que ahora se hunde y se alza
Incumbe a lo escondido en lo más íntimo:
Ciego, como la mirada que cruzamos,
Besa al tiempo en la boca”.
Cantando
los tangos de la tarde
quedó para siempre
ahumado
por los cigarrillos florecidos
de la pobreza
Entonces desesperadamente entregó
a más de un Isaac
sobre la piedra de la Sociedad
E irrumpió
cínico y almidonado
(con las vergüenzas
desgarradas por el lustre
de las abluciones)
―hasta enmudecer y enfermar
los jubileos del rock enminuetados―
en los salones reverberantes donde
el Éxito agitaba sus chanchos
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