miércoles, 17 de septiembre de 2008

La muertechiquita

Senté un charco en el fondo del mar
para poner en mis manos
tus huesos quebrados
granitos de arena
los breves espinazos de tu columna rota
pez-vértebra

lloré cuando vi
las gotas de ti transportadas
el blastocito que desembocó playa
y escuché un canto que no era
de arrullos para tí
y no era
el llanto tuyo nunca
la música que reflejó la espuma

Miasma.
Burbuja inversa
(el hueco grande allá fuera
y el espacio en el revés)
la del limbo soy yo
de puerto en puerto

me pasa cuando todo es azul
como líquido amniótico
como sargazos umbilicales
que aún sujetan el aguaviva que fuiste
dentro de mí

No hay comentarios.: